Piedras preciosas bicolores: maravillas de la naturaleza
¿Qué es una piedra preciosa de dos tonos?
Como su nombre indica, una piedra fina bicolor presenta dos colores distintos dentro de la misma piedra, que se dice “policromo”. Este resultado se debe a una variación natural en la composición química de la piedra, que sufrió cambios en su estructura cristalina o en su contenido de oligoelementos durante su crecimiento, creando así áreas de diferentes colores.
Principales piedras bicolores en joyería:
Ametrina:
El ametrino es sin duda la piedra bicolor más famosa. Combina los colores de amatista (púrpura) y citrino (amarillo) en una sola gema. Estas dos gemas también provienen de la misma familia: el cuarzo. Su color final determina así su nombre, en función de la variación de la concentración de hierro, provocada por las diferencias en ttemperatura durante el crecimiento de la piedra. En definitiva, la ametrina se forma cuando hay una diferencia de temperatura entre dos capas geológicas, lo que “decolora” parcialmente el depósito inicial de amatista. En efecto, a La amatista se calienta a más de 500°C, se vuelve amarilla y se convierte en citrina..
Turmalina “sandía”:
turmalina es un piedra alocromática disponible en varios colores; además toma su nombre del cingalés “turamali" significado “piedra de colores mezclados”. Según la creencia de los antiguos egipcios, la turmalina caía a la tierra atravesando un arco iris, lo que explicaría su diversidad de colores. La turmalina bicolor llamada “sandía" O "sandía" en francés es reconocible por su corazón rosa rodeado por un borde verde, que recuerda la apariencia de una rodaja de sandía, de ahí su nombre. Al igual que la ametrina, esta combinación de colores naturales resulta de cambios en la composición química durante el crecimiento de la Las turmalinas de cristal también pueden presentarse en otras variaciones de color, como rojo y azul o amarillo y verde; la turmalina sandía sigue siendo la más conocida y buscada.
Fluorita:
Conocida por su diversidad de colores, la fluorita también puede aparecer en forma de dos tonos. Esta piedra suele tener bandas de diferentes colores, que van del morado al verde, a veces con algunos toques de azul o amarillo. Los gemólogos también aprecian la fluorita por su claridad y fluorescencia bajo la luz ultravioleta, pero todavía se usa poco en joyería hoy en día debido a su baja dureza, lo que hace que sea más difícil de engastar en joyas.
En resumen, las piedras bicolores todavía son poco utilizadas en joyería en estos momentos, porque son poco conocidas por el gran público, pero su apariencia inusual las convierte en un verdadero regalo, ¡haciéndolas únicas y espectaculares!
Otras piedras bicolores (no finas)
A diferencia de las piedras finas, muchas piedras ornamentales presentan varios colores como por ejemplo las de la familia de la calcedonia: cornalina, jaspe o incluso ágata que presentan estratificaciones, pero también otras piedras, las más conocidas: turquesa, malaquita Y jade. Sin embargo, normalmente hablamos más de estratos coloreados que de piedras bicolores.
¿Cuáles no son piedras bicolores?
Algunas piedras preciosas pueden sugerir que son de dos tonos, pero no es así. Esta similitud puede deberse a inclusiones naturales como la oxidación o áreas coloreadas que se puede encontrar en el zafiro, revelando manchas sombreadas de azul, verde o amarillo, que no son lo suficientemente pronunciadas como para hablar de bicolor.
Las piedras de dos tonos, “policromo” También se puede confundir con otras piedras. “pleocroico” los cuales exhiben efectos ópticos como el pleocroísmo, revelando diferentes colores dependiendo del ángulo de visión y la luz bajo la cual se observa. Estas piedras, apenas visibles a simple vista, deben observarse con un instrumento llamado “dicroscopio”, que permite identificar si se trata de piedras “dicroicas” en las que se pueden observar dos colores, como es el caso de la esmeralda Y turmalina o “tricroico” en el que podemos observar tres colores como en la cordierita o tanzanita.
Tenga en cuenta que una piedra policromada también puede estar sujeta a pleocroísmo, ya que se trata de fenómenos debidos a características independientes.

